Súper Mario llega por segunda vez a la gran pantalla... y esta vez, sí. Lejos (en 1993) queda aquella horrorosa película protagonizada por Bob Hoskins y John Leguizamo. Esta vez, Universal apuesta por una animación muy cuidada, que permite recrear a los personajes de forma fiel, con un colorido y una estética muy bonitas que huye de la fotografía oscura de la anterior película, y un guion sencillo, dirigido (como no podía ser de otra forma) al público infantil, que incluye detalles de varios videojuegos de la franquicia, como Super Mario Kart, Donkey Kong, etc. Por otro lado, no es que esta película tenga un mal reparto: Chris Pratt es Mario, Anya Taylor-Joy la princesa Peach, Jack Black Bowser... pero claro, prestan sus voces, no aparecen en pantalla. Aún así, estos nombres garantizan la taquilla, lo cual se agradece.
Mención aparte merece la banda sonora, que aparte de temas adaptados de los videojuegos incluye varias adaptaciones de canciones de los 80 y 90, como "I need a hero" de Bonnie Tayler, y que, sin duda, es un atractivo para padres y adultos en general que quieran disfrutar de la película. Por cierto, incluye escenas postcréditos que avanzan alguna cosa de la aún no confirmada secuela (en principio, esta es la primera película de un posible Nintendoverse)
En resumen: Super Mario Bros. es un espectáculo para los más pequeños que también hará las delicias de los padres. Una película infantil sin fallos, a la que doy un 7 sin que me tiemble el pulso.
