miércoles, 19 de noviembre de 2025

Frankenstein


 

Nueva versión del clásico de Mary Shelley, en este caso dirigida por Guillermo del Toro. Aquí, me voy a permitir hacer ligerísimos spoilers, ya que asumo que, aunque no se haya visto la película, se conoce la historia original.

Enésima versión cinematográfica de una novela que, al contrario que su "hermano" Drácula, ha tenido mala suerte en sus adaptaciones, siendo, en general, poco fieles y centrándose en el terror y el monstruo. Aquí, se repite la tónica, la película es poco fiel como adaptación, elimina muchos personajes e introduce otros, pero, por lo menos, Del Toro mantiene el espíritu de la obra de Shelley, tratando temas como la búsqueda de la trascendencia y "jugar a ser Dios" con el terror gótico. Ofrece una modernización de la obra que, si bien como adaptación falla, como película cumple de sobras.

Lo que más me ha gustado han sido esos toques steampunk que tiene el film. Ruedas dentadas gigantes, fortalezas, armas extrañas... todo le da una atmósfera irreal, que hace plausible que un experimento como el del doctor Frankenstein. En todo momento, sientes que ese no es nuestro mundo sino una "dimensión paralela", lo que hace creíble la trama, y, de paso, le devuelve esos toques de ciencia ficción (no olvidemos que "Frankenstein" está considerada la primera obra de ciencia ficción moderna) que se olvidaban en otras versiones. Si  a esto le sumas una puesta en escena apabullante, barroca en ocasiones, y una banda sonora que acompaña a la perfección, tienes una combinación de factores que le dan personalidad y la hacen muy disfrutable.

Mención aparte merece el trabajo actoral. Oscar Isaac nos ofrece un Víctor Frankenstein más cruel y despiadado que en anteriores versiones, al que nadie frena en su descenso a los infiernos (como he dicho, aquí hay bastantes menos personajes que en la novela), y cuya redención, aunque algo artificial en ocasiones, se nos antoja lógica hacia el final. No obstante, el que se lleva la palma es Jacob Elordi como el monstruo, en quien, en este caso, recae parte del peso de la trama al contrario que ocurría en versiones anteriores. Una interpretación increíble, apoyada en un maquillaje que, por desgracia, no me ha acabado de convencer, con cicatrices que parecen más bien pegadas con SuperGlue que cosidas. Transmite todas las emociones necesarias: pena, ira, alegría... no sé si es la mejor versión del monstruo que se ha hecho (no olvidemos que lo han interpretado actores como Boris Karloff o Robert DeNiro), pero, desde luego, sí es la más personal y más que adecuada para la historia que se cuenta.

Por otro lado, y pese a que, como digo, la puesta en escena y la fotografía son excelentes, algunos efectos especiales se ven un tanto falsos (por ejemplo, los lobos), se nota en exceso el CGI. Siendo una película de tan alto presupuesto, se podían haber pulido un poco más estas escenas, deslucen un poquito el estupendo trabajo en otras áreas.

Y esto es lo que da de sí el Frankenstein de Guillermo del Toro. Una película que, pese a sus costuras (y nunca mejor dicho), mantiene el tipo estupendamente. Mi puntuación personal, un 7.