miércoles, 13 de agosto de 2014

Transformers: la era de la extinción


Los Autobots, muy diezmados tras la batalla en Chicago, se tienen que ocultar de los humanos que les persiguen para destruirles, ayudados por un robot cazarrecompensas llamado Lockdown. Se desvela que en realidad, todo es un complot para copiar la tecnología de los Transformers y crear robots propios.

Y vuelve Michael Bay con toda la fuerza, ofreciéndonos el espectáculo en que parece moverse como en casa, las peleas entre robots gigantes que lo destruyen todo a su paso. Cinta ambiciosa, larga (2 h. 45 min.) y con mucha acción, hay que decir algo: Bay será todo lo mal director que quieras, pero no engaña, si promete acción... lo cumple.

A mi juicio, la cinta es la mejor de las cuatro. A ello contribuye, para empezar, el cambio de reparto. Sé que Mark Wahlberg no es precisamente el mejor actor de la historia (de hecho, es bastante malo), pero le da cien mil vueltas al LaBeouf, que cuando anunció su retiro casi saco el champán para celebrarlo. Me alegra que haya salido de esta franquicia, igual que en su momento me alegró la salida de la actriz a quien más manía tengo, Megan Fox (paradójico que mi actriz más adorada y la más odiada se llamen igual...), aquí eficazmente sustituida por Nicola Peltz, mientras que Stanley Tucci sustituye a John Turturro como el personaje gracioso. La verdad, se agradece, al menos bajo mi punto de vista. Wahlberg da mucha más profundidad a su papel, se le notan las tablas (insisto, la lado de las de LaBeouf) y lo dicho, yo agradecidísimo de que el reparto se renueve, la verdad es que siempre me ha cojeado en las anteriores entregas (con la excepción de Turturro y de John Voight en la primera).

Por otro lado, Bay abandona la línea de "mete tantos robots como puedas" que tan malos resultados le dio en la segunda (con esa Arcee sin personalidad alguna y los INSUFRIBLES gemelos) retomando la filosofía de la primera de "mejor pocos pero con personalidad. Los autobots son renovados, conservándose solamente Optimus Prime y Bumblebee, formando un bando de seis. Destacaré a Drift, el robot samurai que además tiene dos formas alternas, un Bugatti y un helicóptero de ataque.

Quizás los más faltos de personalidad sean los Decepticons, parece que Bay ha querido centrarse en Lockdown y en los humanos como antagonistas principales, aquí se presenta a Galvatrón como la reencarnación de Megatrón, pero aún así queda un tanto en segundo plano, y su ejército está algo falto de gancho, no tiene el carisma que tenían Starscream o Barricade. Sigue dándome pena que uno de mis Decepticons favoritos, Shockwave, esté tan mal aprovechado en las películas, por mucho que en la tercera fuera el capitán de las fuerzas que destruyeron Chicago.

Y ahora, analizo el plato fuerte: los dinobots. Tras ver a los constructicons en la segunda película (sí, todavía me estoy quitando el mal sabor de boca que me produjo), no tenía muchas esperanzas, pero no me han decepcionado. Aquí llamados Caballeros legendarios, su aparición hacia el final de la película resulta súper cañera y adecuada, protagonizando algunos de los momentos más brutales de la película.

En cuanto a los aspectos técnicos, lo esperable en un blockbuster de este tipo, mucho efecto especial, mucha explosión, mucho movimiento de cámara y mucho Michael Bay, con una banda sonora parecida a la de las otras que cumple a la perfección. Ah! Respecto al 3D, no sé si es porque he ido a una sala nueva con mejor equipamiento o debido a la película en sí, pero me ha encantado, bestial en todo momento.

En resumen, entretenimiento del bueno durante más de dos horas y media, no aburre en ningún momento y cumple a la perfección las expectativas. Le doy un 7 sin ningún tipo de reservas.

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